La ignorancia no es
principalmente las falta de conocimientos científicos o la carencia
de datos concretos sobre las materias a debatir, sino algo más
directamente relacionado con el funcionamiento del individuo en la
sociedad. La incapacidad para expresar ideas concretas sobre
conocimientos abstractos que
influyen en las relaciones sociales, al
igual que para comprender los mensajes y fórmulas planteadas por
otros, son un bloqueo sistemático que nos impide tener una relación
fluida con nuestro entorno, careciendo por completo de la capacidad
de comprensión recíproca que existe entre derechos y deberes, los
cuales nos permiten vivir en equilibrio sin actitudes autoritarias o
victimistas. Este tipo de mentalidades estultas, con capacidad
consultiva, pero sin posibilidad de entender la importancia de tal
acción, serán opositores a las reformas necesarias que impliquen
cualquier tipo de sacrificio por el bien común, mientras que serán
las perfectas marionetas de los demagogos que con promesas de falsos
paraísos o vendettas revanchistas para aplacar las
frustraciones de los victimistas, tendrán ese apoyo populista que es
tan fácil obtener entre las masas de pensamiento único. El
auténtico enemigo de la libertad social no es el enfrentamiento
entre una mayoría silenciosa contra una minoría disidente y
reivindicativa, sino el predominio general de la ignorancia como
pensamiento gregario.
La posibilidad de morir es algo a lo que tendríamos que enfrentarnos todos desde el primer momento que nos despertamos pero sin embargo es una realidad que intentamos siempre evadir de nuestra mente como si fuera una idea que lejos de ser irreversible pudiéramos negar para hacerla realidad. Lo lógico es entender que esto nos llevaría a una situación de conflicto dónde nuestra percepción de los acontecimientos se vería abocada al fracaso al no ser consciente de uno de los factores clave de la vida, sin embargo parece suceder todo lo contrario, pues en los diferentes aspectos en los que nos movemos en sociedad parece que el limitar el concepto de la muerte al breve espacio de tiempo dentro de nuestra vida cotidiana es suficiente para limitar ese proceso destructivo de la propia psique que nos llevaría a un colapso nervioso y social. La única verdad de todo esto es que está propia negación de nuestra existencia como seres finitos nos está llevando a un estilo de vida y pensamiento q...