La antigua biblioteca de Alejandría fue fundada en el 294 a.J.C. por el faraón Ptolomeo I, el cual se sentía profundamente inspirado por los templos que desde tiempos remotos disponían de su propia biblioteca mágica en la que conservaban las obras necesarias para las prácticas rituales y la enseñanza esotérica con los que se aseguraban la conservación de las tradiciones. Esta idea generó el proyecto de centralizar todos los libros en un solo lugar que le aseguraba el dominio de un país que había sido conquistado por el foráneo Alejandro Magno. Es probable que las raíces profundamente griegas de Ptolomeo le llevaran a decidir añadir a la gran biblioteca no sólo todos los libros de carácter mágico y esotérico de Egipto, sino de cualquier libro o categoría, haciendo copias de todo lo que era confiscado en los barcos que llegaban a puerto, haciendo de esta biblioteca el mayor depósito de obras griegas, tratados alquímicos, mágicos y esotéricos de la historia antigua. En ella se llegaron a recopilar mas de setecientos mil libros y rollos, acogiendo hasta a catorce mil estudiantes que eran instruidos en física, astronomía, matemáticas, ingeniería, biología o medicina.
Tres destrucciones sucesivas en el tiempo acabaron con aquel tesoro de sabiduría y cultura, dejando al mundo en una laguna de ignorancia. El primer incendio que destruyó parte del legado fue en el año 48 a.J.C. durante el reinado de Cleopatra, cuando las tropas de Julio Cesar prendieron fuego al edificio principal, destruyendo unos cincuenta mil volúmenes. A partir del siglo II y el siglo III, una serie de batallas y guerras, junto a los continuos saqueos de la ciudad fueron la causa de la destrucción del museo y la biblioteca de Alejandría. Por último, en el año 391, el obispo Teófilo de Alejandría promovió una revuelta que apoyada por las tropas de Egipto demolió el Serapeum y los templos dedicados al dios Serapis, donde se custodiaban los últimos vestigios, unos cuarenta mil rollos, de la biblioteca original.
Con la destrucción de toda aquella sabiduría, la ciudad cayó en el más severo declive intelectual, marcando el final simbólico de la era de gloria de los egipcios. Pasarían mil quinientos años hasta que la humanidad conociera un resurgimiento de la sabiduría y la cultura gracias al impulso de la familia Médici, que de la mano de Cosme de Médicis fundó en el año 1459 una nueva Academia Platónica Florentina dirigida por Marsilio Ficino, a quien debemos la recuperación para occidente de las obras de Platón y Hermes Trismegisto.
Actualmente, en la costa mediterránea, a la altura del paseo marítimo de Alejandría, se levanta un edificio de 33 metros de alto y 37000 metros cuadrados de superficie, que alberga la nueva Bibliotheca Alexandrina, con capacidad para acumular hasta veinte millones de volúmenes. Su diseño en forma de cilindro con una cubierta circular pretende hacer homenaje a Ra, el dios del Sol. Inaugurada el 16 de octubre de 2002, su construcción no estuvo exenta de polémica tanto por el diseño vanguardista altamente disonante con el entorno, como por la falta de inspecciones arqueológicas antes de su construcción.
Tres destrucciones sucesivas en el tiempo acabaron con aquel tesoro de sabiduría y cultura, dejando al mundo en una laguna de ignorancia. El primer incendio que destruyó parte del legado fue en el año 48 a.J.C. durante el reinado de Cleopatra, cuando las tropas de Julio Cesar prendieron fuego al edificio principal, destruyendo unos cincuenta mil volúmenes. A partir del siglo II y el siglo III, una serie de batallas y guerras, junto a los continuos saqueos de la ciudad fueron la causa de la destrucción del museo y la biblioteca de Alejandría. Por último, en el año 391, el obispo Teófilo de Alejandría promovió una revuelta que apoyada por las tropas de Egipto demolió el Serapeum y los templos dedicados al dios Serapis, donde se custodiaban los últimos vestigios, unos cuarenta mil rollos, de la biblioteca original.
Con la destrucción de toda aquella sabiduría, la ciudad cayó en el más severo declive intelectual, marcando el final simbólico de la era de gloria de los egipcios. Pasarían mil quinientos años hasta que la humanidad conociera un resurgimiento de la sabiduría y la cultura gracias al impulso de la familia Médici, que de la mano de Cosme de Médicis fundó en el año 1459 una nueva Academia Platónica Florentina dirigida por Marsilio Ficino, a quien debemos la recuperación para occidente de las obras de Platón y Hermes Trismegisto.
Bibliotheca Alexandrina (exterior) |
Actualmente, en la costa mediterránea, a la altura del paseo marítimo de Alejandría, se levanta un edificio de 33 metros de alto y 37000 metros cuadrados de superficie, que alberga la nueva Bibliotheca Alexandrina, con capacidad para acumular hasta veinte millones de volúmenes. Su diseño en forma de cilindro con una cubierta circular pretende hacer homenaje a Ra, el dios del Sol. Inaugurada el 16 de octubre de 2002, su construcción no estuvo exenta de polémica tanto por el diseño vanguardista altamente disonante con el entorno, como por la falta de inspecciones arqueológicas antes de su construcción.
Bibliotheca Alexandrina (interior) |