George
Berkeley nació en 1685, justo en una época en la que desde su punto
de vista sentía que se estaban amenazando los conceptos cristianos
de la vida, y en que el materialismo cada vez más dominante, era una
amenaza contra la fe cristiana que sustenta que es Dios quien crea y
conserva todo lo que hay en la naturaleza.
El
pensamiento de Berkeley se basaba en el empirismo, opinando que las
cosas en el mundo son exactamente como las sentimos, aunque no son
cosas en realidad. Para él, lo único que existe es lo que nosotros
percibimos, pero sin percibir la materia en sí. No percibimos que
las cosas son cosas concretas. Pues presumir que aquello que
percibimos a través de los sentidos tiene una sustancia propia, no
es sino una percepción subjetiva.
Como
por ejemplo, cuando tocamos un objeto, tenemos la sensación de
entrar en contacto con el mismo, pero es sólo nuestra percepción a
través de los sentidos. A través de un sueño, o de algún proceso
de hipnosis, la persona puede tener la misma percepción de contacto
con un objeto, sintiendo su temperatura o textura. Pero esto no
implica que existan.
Para
Berkeley, las ideas tienen una causa fuera de nuestra conciencia, que
tiene una naturaleza espiritual y no material, y al que identificó
como a Dios. El alma es la causa de nuestras propias ideas, pero
solamente una voluntad o espíritu superior puede ser la causa de que
aquellas ideas que constituyen nuestro mundo material lleguen a
existir.
"Ser
o no ser" deja de constituir la pregunta principal, para
comenzar a plantearnos si en realidad existimos. Poniendo en entre
dicho no sólo lo material, sino también la propia realidad del
espacio y el tiempo, que son una percepción de nuestra conciencia,
la cual depende de una voluntad o espíritu superior que causa todo
en todo.
Juan Pedro Glez. Hdez.