Nadie quiere escuchar la verdad. El conocer la realidad sobre lo que somos produce más dolor que la mentira piadosa que resguarda nuestro corazón. Nunca aprenderemos a mirarnos al espejo sin cerrar los ojos de vez en cuando. Richard Schenkman ha dirigido un documental de ciencia con la trama de una magnífica película.
Nadie quiere escuchar la verdad. El conocer la realidad sobre lo que somos produce más dolor que la mentira piadosa que resguarda nuestro corazón. Nunca aprenderemos a mirarnos al espejo sin cerrar los ojos de vez en cuando. Richard Schenkman ha dirigido un documental de ciencia con la trama de una magnífica película.