También conocida como la condesa sangrienta, fue una noble húngara nacida el 7 de agosto de 1560, a la cual se le atribuyen un total de 630 muertes en rituales, motivados por su obsesión por la juventud y la belleza. La mayoría de estas muertes fueron descritas detalladamente en un diario que ella misma escribió durante su sangrienta vida. El día 21 de agosto de 1614, fue encontrada muerta en el calabozo en la que había sido emparedada de por vida, después de haber sido condenada por sus crímenes.
La posibilidad de morir es algo a lo que tendríamos que enfrentarnos todos desde el primer momento que nos despertamos pero sin embargo es una realidad que intentamos siempre evadir de nuestra mente como si fuera una idea que lejos de ser irreversible pudiéramos negar para hacerla realidad. Lo lógico es entender que esto nos llevaría a una situación de conflicto dónde nuestra percepción de los acontecimientos se vería abocada al fracaso al no ser consciente de uno de los factores clave de la vida, sin embargo parece suceder todo lo contrario, pues en los diferentes aspectos en los que nos movemos en sociedad parece que el limitar el concepto de la muerte al breve espacio de tiempo dentro de nuestra vida cotidiana es suficiente para limitar ese proceso destructivo de la propia psique que nos llevaría a un colapso nervioso y social. La única verdad de todo esto es que está propia negación de nuestra existencia como seres finitos nos está llevando a un estilo de vida y pensamiento q...