La prueba del carbono-14 parte de la certeza de que el carbono es un isótopo radioctivo que se encuentra en todos los seres vivos en una proporción fija. Al morir, ese isótopo se va disipando de forma progresiva, de manera que basta con calcular el carbono-14 perdido por un cuerpo o sustancia original para determinar con cierta precisión la fecha de su muerte. La técnica es aplicable a tejidos vegetales, semillas, maderas y a huesos.
La posibilidad de morir es algo a lo que tendríamos que enfrentarnos todos desde el primer momento que nos despertamos pero sin embargo es una realidad que intentamos siempre evadir de nuestra mente como si fuera una idea que lejos de ser irreversible pudiéramos negar para hacerla realidad. Lo lógico es entender que esto nos llevaría a una situación de conflicto dónde nuestra percepción de los acontecimientos se vería abocada al fracaso al no ser consciente de uno de los factores clave de la vida, sin embargo parece suceder todo lo contrario, pues en los diferentes aspectos en los que nos movemos en sociedad parece que el limitar el concepto de la muerte al breve espacio de tiempo dentro de nuestra vida cotidiana es suficiente para limitar ese proceso destructivo de la propia psique que nos llevaría a un colapso nervioso y social. La única verdad de todo esto es que está propia negación de nuestra existencia como seres finitos nos está llevando a un estilo de vida y pensamiento q...